jueves, 7 de febrero de 2008

Reflexiones

Pienso que todos estamos de paso y que es un error no admitirlo. A menudo nos preguntamos si hemos obrado de buena o mala manera. La respuesta que yo encuentro es: si en verdad uno está de acuerdo consigo mismo aunque haya sido criticada nuestra manera de proceder, cosa que no ha de importarnos. Uno no debe lamentarse aunque no está de más que nos critiquemos de vez en cuando con la idea de conseguir una mejora.

Por otra parte quien se niega a aprender por creer saberlo todo demuestra no saber nada por la razón de que cuanto más sabes, más dudas.

Uno debe creer en si mismo por entero, conociéndose a si mismo aunque no controle su carga emotiva que eso seria otra cuestión.

Llegando a comprender que no hay bueno sin algo de malo, ni malo sin algo de bueno, lo que me lleva a deducir que no hay nada del todo perfecto.

El engaño a veces se nos clava como una astilla porque la entendemos como una traición o como decía Ortega y Gasset “el engaño es el humilde parásito de la ingenuidad”.

La pareja no tiene porque hacer ni decir las mismas cosas y si lo hace de manera diferente o en lugares distintos. Tienen que sorprenderse día a día, de no ser así, entraran en rutina y como resultado será la rotura de la relación.

Sexo ya sabemos todos que es una necesidad fisiológica y que la finalidad es buscar satisfacción por medio del placer.

Diversión sea cual sea la afición o placer hay que vivirlo intensamente, porque el tiempo es limitado. Nadie tiene todo el tiempo del mundo, claro está que cada uno haga lo que mejor entienda.

Amigos. Ayuda a compartir buenos momentos. No puedo decir mucho más pues yo a las personas no las analizo sólo intento conocerlas.

La mujer perdona a quien fuerza la ocasión pero nunca al que la pierde. Hablando de mujeres he de decir que cuando se habla de sexo débil es a cuanto sentimientos porque a lo que respecta son más duras de cerebro y con mas capacidad de disfrute que el hombre.

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