Puede que recordéis alguna de las entrevistas de trabajo que hayáis tenido, y también las palabras del empresario, a parte de hablar de las condiciones y horario, el papel que os ha representado así como, yo soy uno más, o algo parecido.
Tenéis que saber que el que os contrata es una mezcla de paranoico, engreído e imprescindible, al menos así lo cree.
Intenta hacer creer que es tu amigo, y lo que pretende es que le des un beneficio, cuando así no sea, por una razón cualquiera vendrá el despido.
Siempre que habla lo hace con tono imperativo, sin tu poder contestar, ya que el lo hace en su casa.
El empleado esta situado en el rellano, y él en el primer escalón, sabido esto la respuesta esta clara, no le puedes hablar de tu.
El empleado tiene una carta a jugar mientras este sea joven, estará en condiciones de exigir, haciendo que se reconozca su trabajo, por el contrario si este envejece, estará a merced de la explotación, indignación, y desvaloración.
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